viernes, julio 02, 2004

Y te amo

Y TE AMO

Tenerte a mi lado quiero
sentir tu boca en la mía
amarte hasta el resquiebro
ser tuyo y hacerte mía.

Hacer el amor de mil formas
que los gemidos coincidan
pues en mis sueños te asomas
y nuestros cuerpos se arriman.

Eres dueña de mi vida
eres dueña de mi mente
en ti pienso todo el día
veo ese rostro sonriente.

Y yo mi amor en ti pienso
a cada instante te invoco
te llevo en todo lo intenso
y ese tu rostro yo evoco

La sangre en mis venas arde
porque te siento tan mía
sacias mi sed y mi hambre
me brindas mil alegrias.

Eres boquita de fresa
con ojos tan adorables
eres quien me adereza
de momentos memorables.

La mar en inmensidad
permite expresarte amor
y decirte así mi verdad
que de mi ser eres flor.

Si estamos lejos, amor
bastará ese sentir,
la intensidad de ese sol,
la inmensidad del mar

Caminar por caminar
me alienta siempre a seguir
la ruta de tu andar,
de tu alma el servir.

Palabras no existen hoy
ni en diccionario están
para expresarte mi amor
y en poesía saldrán.

Entonces he de inventar,
con hipérboles diez mil
y mil retóricas más
de mis amores decir.


Para traerte hasta aquí
y en mis brazos estés
he de rogarte así
que tus entrañas me des.

Bastará con decir
está aquí, amor mío
y con mis manos asir
tu cuerpo junto al mío.

Entonces amada mía
digo en verso y prosa
quédate y seas mía
quédate y sé mi esposa.

El sol en horizonte
se opaca con tu belleza
y en lo alto de los montes
cezontles trinan pureza.

El cielo azul me revela
hermosura de la vida
lo pleno de mi entrega
a ti mi amada diva.

Declaro mi amor ahora
tan sólo pon atención
el cielo tiene su aurora
me amas y te amo yo.

Basta que veas las rosas
basta que veas el sol
perciba que tan hermosa
resulta nuestra unión.

Si pones mucha atención
las aves ya están cantando
es esa hermosa canción
nuestro amor va triunfando.

El poeta ya lo dijo
el amor no se oculta
y es como en el rico
la fortuna le resulta.

Por eso amada mía
mi amor te confieso
en la noche y el día
en todo tiempo en ti pienso.

Al gran Dios le agradezco
me conceda tus favores
por entero pertenezco
a ti que son mis amores.

Tan sólo una palabra
la convierto en poesía
y es que tu maja brava
eres mi canción y diva.

No batallo en decirte
lo mucho que ya te adoro
es que fluye en mi estirpe
el amor a tu decoro.

Estuve pensando en ti
pensando con alegría
y al gran Dios bendecí
porque ya eres toda mía.

Al cielo los ojos volteé
contemplando su grandeza
y del Eterno encontré
resaltaba tu belleza.

Luego a El yo le pedí
me indicara el camino
y te puso junto a mi
para unir nuestros destinos.

Y más aún me otorgó
la alegría de tenerte
de saber que entre tu y yo
el futuro pertenece.

En ti ya todo está
esa dicha y esa risa
esa musa que me da
sus versos de poetisa.

Hermosa amada mía
quisiera aquí tenerte
abrazarte en mi sequía
y beberme esas tus mieles.

Adorable niña hermosa
que conviertes piedra en oro
que transpiras como rosas
y actúas con decoro.

Mira bien lo que has logrado
pues erea ya mi poesía
pues que todo ha resultado
en esta enorme alegría.

Ante esto yo doy gracias
al Eterno que con tino
me cobija de desgracias
y me me traza mi destino.

Al pedir razón de vida
encontré muchos destellos
eres la musa divina
y estás en todos ellos.

Hermoso es ya tenerte
aunque millas nos separen
pues aquí tu piel candente
hago cuenta te besare.

Al escribir estas letras
no lo hago con la pluma
pues emergen como espuma
desde estas mismas venas.

Te amo mi hermosa niña
te amo por como tu eres
porque significas esa cima
el único de mis quereres.

Cachai que eres hermosa
oh mi guashita carnúa
eres como esa rosa
que su aroma acentúa.

Me sorprende que me escribas
como una poetisa
pero es grato pues mi vida
en tus versos se desliza.

Que te amo es un hecho
pues lo palpo y lo siento
estalla aquí en mi pecho
este bello sentimiento.

1 comentario:

Ma®ía Pastora dijo...

Para que todos sepan cómo eres...
Acá va algo que escribí para ti, supongo recuerdas la "Oda a Rommel" como tú la llamaste

¡Un abrazo!
Rommel:
Un nombre que resuena en mi mente y en mi corazón. Sílabas que forman una palabra que evoca a un padre amoroso y tierno, capaz de dar su vida por sus hijos. Un profesional de palabras prodigiosas, de Ligas Mayores, de defectos tan menores que no sé si existen.
Rommel... suena a un abrazo eterno de amor, a un beso en la frente de “buenas noches”, al esposo paciente que espera a su doncella que cabalga por los jardines del anonimato. Él sabe que Dios la traerá, lo sabe, y espera con ansias darle lo que atesora en su corazón, y con sus manos preparar los manjares que convertirán su vida en un banquete que harán de esa mujer la más feliz del planeta.
Los misterios del Señor permitieron que lo conociera, y ellos mismos son lo que hacen preguntarme por qué yo no nací antes o por qué él no nació después, y por qué nos separa una gran distancia si nos une un cercano sentimiento.
Ser... ser lo que tengo que ser, quisiera significar una bendición, un bálsamo que alivie sus heridas, un sueño que cumplirá, ser su orgullo, porque todo esto lo es él para mí.
Espero con ansias que me rodeen sus brazos, que me cubra con su calor, que me proteja y que yo ya no tema, porque con mi mejilla en su pecho y su mano sobre mi cara sabré que no hay peligro posible.
Quisiera cantarle con mi voz imperfecta, quisiera escucharle alabar al Todopoderoso a quien ama tanto y a quien ha dedicado su vida. Quisiera admirarle poniendo en acción ese amor al único digno de loor que brota de su ser.
Y deseo que mis ojos que tanto le gustan le hablen clavados en los suyos, para que no sean necesarias las palabras de las que ahora no podemos prescindir.